En mi puesto, Operador de Máquina, soy operador de una gran máquina que procesa tubos de aluminio (y a veces de acero). Cortar, pellizcar, doblar, punzonar, apuntalar, colocar códigos de artículo, todo lo hace esta máquina. Y todo se personaliza por proyecto. Así que me aseguro de que la máquina esté preparada para que salga el producto adecuado para cada proyecto.
En un día laborable normal, realizo mis pedidos basándome en las órdenes de producción. Hay un programa semanal, pero también un programa diario con pedidos urgentes. Intento planificarlos para que la máquina funcione de forma óptima. Esto significa que a menudo estoy preparando un pedido mientras el otro está en marcha. Por supuesto, siempre controlo lo que se produce. También suelo confiar en mi oído: si algo va mal en la máquina, me entero enseguida.
Lo que me gusta de mi trabajo es la independencia y la actividad. Siempre estoy trabajando en sitios diferentes. Planifico, transformo, agrupo, preparo, compruebo, improviso. Veo si puedo organizar las cosas para aprovechar al máximo el tiempo y los materiales. También me gusta supervisar a los nuevos.
Llevo trabajando aquí desde 1986. En ese tiempo se han incorporado muchos colegas nuevos, pero todos son igual de simpáticos. Los colegas se dan mucho los unos a los otros y están dispuestos a echar una mano cuando es necesario. Así que, si no se hartan de mí, ¡con gusto me quedaré aquí hasta que me jubile!